Señoras y señores, ante las recurrentes adversidades en la circulación por la vía pública ha llegado un invento revolucionario en el área de transporte. Llegó para demostrarles la forma más económica, ecológica, saludable y ágil ante las dificultades del tráfico en cualquier ciudad congestionada, como Paris.
¡
pero antes de ahondar en esto pasemos a otro flash:
¿Qué ven? Este cartel indicativo da instrucciones para una práctica cotidiana muy afianzada desde hace varios años: Hacer “el tri”. Se trata de algo tan sencillo como separar la basura en tres, aparte de lo orgánico: a) plásticos y latas. B) vidrios. C) papeles. Se supone, obviamente, que la selección y clasificación de la basura permite mejor su reciclaje. Algo taaaan sencillo y sin embargo todavía no incorporado por nuestras tierras sureñas.
Ambas cosas dan cuenta de algunas particularidades interesantes para tener en cuenta.
Podría deducir que en Francia en particular, y probablemente en buena parte del continente, existe una conciencia de saturación en relación con el medioambiente. Es decir: Ya son demasiados los desechos industriales y domésticos acumulados, ya es demasiada la contaminación por combustión de los autos, incluso ya son demasiadas las tierras agotadas por siglos de cultivo y extracción de nutrientes. Aún más, ya son demasiados los habitantes para las necesidades de consumo de agua y gas, por ejemplo. La humanidad en los países centrales es también sumamente expoliadora de los recursos naturales simplemente por el tren de vida que llevan. Tal vez el reconocimiento a esos problemas comunes los hayan llevado a ese consenso sobre las posibles medidas que se pueden tomar desde el propio hogar.
En nuestro caso, me animaría a decir con bastante pena que todavía nos sentimos aletargados por el signo de la abundancia. En muchas partes de Latinoamérica nos “sobran” los bosques, los ríos, las tierras, los minerales… tal vez por eso mismo perdemos conciencia de todo lo que tenemos que cuidar. Esta región latinoamericana se desarrolló bajo el signo de la rapiña, del saqueo en función de las necesidades de varios países centrales… y nos dejó una tara histórica de la que somos parcialmente cómplices. Habrá que aprender a cuidar tanto de una bicicleta como de los deshechos y de nuestros propios recursos naturales ¿no les parece?
Volviendo a Francia, hasta acá hablamos de lo social individual, lo doméstico... pero estos hábitos sociales nos llevan inevitablemente a la política. Eso ya es otro post.
Mi apreciable amigo del sur Juan Martin de Imas (hacer manción una vez mas que el "de" hace la diferencia, recuerdas porque?)Ja, broma añeja.
ResponderEliminarMe leí tu blog completo en un santiamen. Y me ha gustado mucho, espero que pronto sigas escribiendo mas.
Bien, con gusto te comento que en México el pasado febrero del 2010 se incio en la cd el sistema de uso publico de bicicletas. Aqui te dejo el link. https://www.ecobici.df.gob.mx/home/home.php
Lo cual nos trae un poco de gusto ante tanto caos en esta mega-cuidad.
En horabuena vecino del sur.