martes, 25 de enero de 2011

DE LA CULTURA AMBIENTAL A LA POLÍTICA ECOLOGISTA


Como decíamos recién, existe en buena parte de la población francesa una progresiva consciencia de pertenencia a un medioambiente al que indefectiblemente hay que cuidar.

Este estado de consciencia no surge de la nada. En Francia, la simpatía general de la opinión pública por la cuestión ambiental se da gracias a una cultura de consumo que no es compulsivamente consumista, sin priorizar lo material por sobre el resto. Por el contrario, con cierta discreción en el uso y exposición de lo que cada uno tiene hacia los demás. Como dijo una nueva amiga en referencia a su propia familia: “Ya éramos ecologistas sin saberlo”.

Me animaría a decir que por lo general un francés no haría alarde de todo lo que tiene… pero sí de todo lo que sabe. Volviendo al tema, estas graduales modificaciones en la percepción no son por casualidad. Más allá de las conclusiones individuales de cada ciudadano, existe un aparato mediático que instala esta temática desde hace tiempo. Uno de los mayores exponentes es un periodista/documentalista bastante mediático que participó de las últimas elecciones presidenciales tratando de establecer un consenso entre los diferentes candidatos hacia el denominado "Pacto Ecológico", destinado a instalar una serie de medidas proteccionistas. Me refiero a un hombre llamado Nicolas Hulot.

De hecho, la imagen que encabeza este post corresponde a un libro de fotografías de su autoría titulado La terre vue du ciel (“La tierra vista desde el cielo”). Esta obra está relacionada con un famoso documental reciente, realizado por un tal Yann Arthus Bertrand. Ahí va una muestra gratis: http://www.youtube.com/watch?v=YeTNJglInfc

Sin embargo, no todo es consenso en torno al tema de la ecología. La figura de Nicolas Hulot cuenta con varias resistencias y cuestionamientos por considerarlo algunos muy negociador con las empresas contaminantes, otros muy sensacionalista y regresivo sobre las actuales condiciones de vida… no es de sorprender que resulte perturbador para muchos el cuestionamiento a las bases sobre las que se apoyan nuestras formas de vida, en especial para las generaciones más grandes.

Si abordamos la política partidaria en este tema, entendemos cómo estos procesos sedimentaron para que se creara y consolidara gradualmente una corriente como el Partido Verde en Francia, o mejor dicho “Los Verdes”. Este fenómeno, de alcance continental, también se da por el agotamiento de los viejos partidos tradicionales en representación de sus antiguos votantes.




Aparentemente, Los Verdes son hoy por hoy expresiones de un movimiento “políticamente correcto”, que logró la adhesión de figuras extrapartidarias y que genera la simpatía de la opinión pública, tal vez más que su capacidad de ganar una elección. Debo decir que no me sorprende si nos referimos a un partido centrado en un tema exclusivo.



¿Les suena el nombre de Daniel Cohn-Bendit? El líder del Mayo del 68, el mismo. Lo apodaban Dany, le rouge (Dani el rojo). Parece que el tiempo lo fue destiñendo, hoy día es uno de los líderes de Los Verdes, flamante diputado en el Parlamento Europeo.

Con esto que les cuento, podríamos deducir que el ecologismo es una variante más de los partidos de izquierda. Sin embargo, al empaparse uno en el tema descubre nuevos matices. Resulta que existen corrientes de izquierda y de derecha entre los ecologistas. Crease o no, la diferencia está trazada en torno la relación con la industria y la perspectiva sobre el denominado progreso y la sustentabilidad. Los primeros, denominados “decrecientes”, consideran que hay que reducir la actividad industrial y limitar el consumo de productos contaminantes. Los segundos, consideran que la marcha de la producción y del consumo es irreversible, por lo tanto se deben implementar controles y medidas de contención sin atentar contra las condiciones productivas. Como expresión de un conflicto global, no sería de extrañar que en el futuro se vayan creando y desarrollando nuevos partidos ecologistas en Latinoamérica.






Así es como llegamos a la trampa del progreso, que nos lleva a concluir con algunos interrogantes abiertos ¿Qué significa el progreso? ¿Apenas un sinónimo sesgado y malinterpretado del concepto de crecimiento económico? Y en ese caso ¿qué es crecimiento? ¿una simple suba en la producción y el consumo?... y si los países periféricos quisiéramos tener las mismas condiciones de vida que los países centrales ¿seríamos acusados por los mismos ecologistas de esos países centrales?... mejor dicho ¿se pueden mejorar las condiciones materiales de vida sin afectar el medioambiente ni concentrar recursos de la periferia al centro entre las distintas regiones? pero si además tenemos en cuenta la hambruna y pobreza de nuestra región ¿no deberíamos asumir ese costo con el propósito de abastecer a toda la población? o sino ¿no habría que replantearnos globalmente nuestra forma de consumir cada producto y el límite entre las necesidades vitales y lo sobrante? mmm... complicado, esto. Al denominado "mercado", como si fuera un ente abstracto, no le gustan estas preguntas.
Por último ¿estamos ante un problema técnico o un problema político?

Al final, en los productos que consumimos o dejamos de consumir entra en juego inevitablemente algo tan tan trascendente como los juegos de poder mundial, la movilización de los recursos y la sustentabilidad de un planeta.

1 comentario:

  1. Opa Opa! que bueno este reenganche para tod@s.

    Como siempre muy interesante el post. Lo único que le veo a este post es que tocás varios temas ricos y sustanciosos que luego tratarlos en una breve ventanita se hace dificil (no me des bola).

    Tiro algunos puntos rápidos y en caliente que me surgieron mientras leía:

    "Por último ¿estamos ante un problema técnico o un problema político?" - le agregaría ético también.

    "Los segundos, consideran que la marcha de la producción y del consumo es irreversible..." - El ciclo vital de las personas en el actual modelo mundial parece ser: uno nace, crece, consume y muere. (ah! y debe pagar por cada uno de ellos ;)

    “La tierra vista desde el cielo” - esta obra fue expuesta por la Municipalidad de Montevideo de forma gratuita exponiendolas en la Rambla de Montevideo respetando el tamaño de las obras y la calidad de las impresiones de las fotografías con una reseña de cada una. Tuvo un éxito enorme y mas allá de los posibles cuestionamientos (que cualquier obra de arte que se digne de tal inherentemente los va a tener) realmente es un trabajo magnífico.

    Otro tema, como medimos el progreso. Parece que ahora los economistas (al menos una rama de ellos) están cuestionandose si efectivamente el Indice de Producto Interno Bruto (PIB) es realmente capaz de medir el progreso de una sociedad. O si sería mejor utilizar un índice como es el Indice de Felicidad que se entiende como un medidor de calidad de vida (http://es.wikipedia.org/wiki/Felicidad_Nacional_Bruta)

    Otro tema sobre el rol y el poder que están obteniendo los denominados "partidos verdes" en las elecciones nacionales, cada vez es mayor. Y a modo de ejemplo el caso de las últimas elecciones de Brasil son un buen ejemplo. En la modalidad de "Balotaje" encontraron un nicho de poder (o de negociación impensado años atrás. Cuanto más marcada es la dicotomía entre los partidos tradicionales, estos terminan luego saliendo de apuro a negociar sus promesas electorales en lo que refiere a temas ambientales a fin de hacerse con los "votos verdes".

    En fin...un simple y rapido ping pong sobre este pimer post de las seguna era ;)

    unab grande y gracias como siempre por compartir.

    salú!!!
    el flac0!

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